Abreviando un poco la parte más científica del tema cabe destacar que es una seta que se encuentra bajo tierra, a unos 30 cm de profundidad y se forma gracias a una simbiosis con ciertos árboles (nogales, robles, castaños y encinas en su mayoría).
Se empezó a consumir en la época de los egipcios que la comían envuelta en grasa de oca y relacionaban el consumo de esta seta con tener una vida sexual mucho más estimulante. Los griegos y los romanos la utilizaban por sus virtudes terapéuticas pero en la época medieval se creía por su aspecto que era una manifestación del demonio y su consumo estuvo castigado. Gracias a Dios esto ya pasó a la historia y gracias a Luis XIV y los cocineros franceses del siglo XVII le devolvieron todo su esplendor. Su consumo hoy en día se relaciona con la más alta gastronomía debido principalmente a su elevado coste y su escasa producción.
Existen más de 30 especies de trufas diferentes, las más consumidas son la negra (tuber melanosporum), la blanca (tuber magnatum) y la de verano (tuber aestivum). En España básicamente se consume la negra y la de verano.
- Trufa negra o de Périgord: Su aspecto negro, aspero e irregular y su inconfundible aroma son sus principales características. Pesan entre 40 y 250 gramos en su mayoría y rara vez encontramos ejemplares de un tamaño mayor. El precio va desde los 600€ a los 1200€ el kilo, dependiendo de la temporada. Se recolecta en invierno, siendo enero el mejor mes.
- Trufa blanca, del Alba o del Piamonte: Es de un color ocre, de forma irregular y textura algo más lisa que la negra. Se encuentra principalmente en la zona del Piamonte (norte de Italia) y su producción es muy limitada, de ahí su elevadísimo precio que ronda entre los 4000€ y 6000€ el kilo. Para muchos es el producto de más nivel en gastronomía. Se encuentran ejemplares desde los 40 a los 300 gramos en su mayoría, pero se a dado el caso de trufas de más de 1,5 kilos vendidas en subastas a precios astronómicos. Su sabor recuerda al ajo y su aroma es realmente muy intenso. Su temporada se da entre los meses de septiembre a enero.
- Trufa de verano o Estival: Su aspecto recuerda mucho a la negra siendo esta algo más oscura y su parte exterior está recubierta de verrugas angulosas. En boca su sabor es mucho más difuminado que el resto de tipos y su aroma más débil. Su peso va de los 40 a los 100 gramos. Debido a que su calidad es mucho inferior es más asequible y su precio va de los 200 a los 500 € el kilo. Como su nombre indica la temporada de este producto va de junio a septiembre, pleno verano.
Sus usos culinarios son múltiples y combinan de maravilla con verduras, huevos, pescados y carnes. Se puede consumir en crudo (rallada o a rodajas finísimas) y infusionada en caldos o guisos ya que resalta cualquier tipo de alimento con su aroma penetrante. Muy recomendable comerla con patatas y huevos fritos, en arroces cremosos (risottos), con pasta fresca, en guisos, en salsas, en patés, purés de patata, en embutidos... o de mil maneras más. Como curiosidad Nando Jubany (1*Michelin) la prepara en papillote, emulando a los egipcios, a 80€ el plato... en Can Fabes un plato mítico es la trufa cocida en arcilla y en restaurantes de corte clásico como el Drolma de Barcelona la preparan con pasta fresca, simplemente rallada por encima.
En mi época en Mugaritz cocinábamos la raya a baja temperatura y se servía cubierta de láminas de trufa negra o blanca dependiendo de la temporada y de la economía del momento, jeje! Muchísimos restaurantes aprovechan la trufa para crear menús monográficos o la combinan con la caza por su misma temporalidad.
La conservación de este manjar normalmente se hace en cajas llenas de arroz por su absorción de humedad y a poder ser se le incorpora algún huevo ya que al ser éste poroso se impregna del aroma y luego está de vicio...
La mejor forma de consumir este manjar sin lugar a dudas es fresco, pero la industria a creado muchos derivados de menor o mayor calidad. Podemos encontrar pasta de trufa que consiste básicamente en trufa picada y mezclada con algún tipo de seta, también la podemos encontrar en conserva (normalmente importada de China), en jugos o en aceites, siendo estos los derivados de mayor calidad.
Espero que os haya gustado el post, os adelanto que el siguiente post será una receta de arroz a banda que chef Quique Dacosta (2*Michelin) prepara en su restaurante alicantino y vale la pena reproducirlo en casa, es simplemente espectacular!
No sé si me lee alguien pero de todas maneras muchas gracias!
Yo te leo ya q me interesa el tema jeje, haber si puedes poner como hacer un buen risotto o una fideua ;)
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